lunes, 13 de febrero de 2012

La rosa maldita, por Antonio T. de 2º E


Estando en las Amazonas, un hombre que se dedicaba a recoger flores se peleó con un borracho hasta matarlo por dos navajazos. El espíritu del muerto (el florero) se reencarnó en una rosa que después regaló el borracho a su mujer el día de San Valentín. Había comprado justamente la rosa en la que se había reencarnado el florero y cuando la puso en el florero, expulsó un gas venenoso que al levantarse la mujer la asfixió por el gas. Cuando se levantó el marido, vio a la mujer tendida en el suelo, se puso a llorar y a llorar como una magdalena, y al día siguiente se dio cuenta de que su casa hacía cosas muy raras, como que las luces se encendían y se apagaban solas, y las ventanas se abrían y se cerraban solas. El hombre fue al hospital a ver a su mujer, que estaba en la UCI pero murió a la semana siguiente y el hombre, asustado, llamó a un exorcista y le preguntó a su mujer mediante el exorcismo. Ella le dijo que había muerto por su culpa, porque había comprado una rosa maldita y también le dijo que la rosa estaba maldita por el florero que había matado. Entonces el hombre fue al cementerio a intentar hablar con el florero para pedirle perdón por haberlo matado y que les dejase en paz.

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